lunes, 17 de septiembre de 2012

Para empezar la semana reflexionando, pero con humor

Cuatro monjes decidieron aislarse para hacer un retiro de meditación y silencio.
Un asistente los acompañó para hacerse cargo de los asuntos domésticos.
Llegó la primera noche y, transcurridas unas horas, las lámparas de aceite empezaron a consumirse.
Uno de los monjes dijo:
- Asistente, vigila que no se apaguen las lamparillas.
Oído esto, otro monje se apresuró a llamarle la atención:
- ¡ No debes hablar, recuerda que estás bajo el voto de silencio!
El tercer monje, indignado, exclamó:
- ¡ Esto es el colmo, parece mentira que no podáis estar callados ni unas horas estando además en meditación y con voto de silencio !
El cuarto monje, entristecido, los miró y susurró a media voz:
- ¡ Que pena ! De cuatro monjes que somos, soy el único que permanece en silencio y cumplo el voto que nos hemos impuesto.


Ja, ja, ja....El ser humano y su falta de voluntad...

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