Las dos ranas

Un grupo numeroso de ranas iban paseando por el bosque cuando, de repente, dos de ellas cayeron en un profundo pozo.
En ese momento, todas las ranas pensaron que no habría manera de salvar a sus compañeras y que allí habían acabado sus días. Por eso, desesperadas y angustiadas, no paraban de gritarles:
- " ¡No podréis salir de ahí! , ¡dejad de saltar, no tiene sentido! ".
Pero las pobres no hacían caso a esos gritos de desaliento que sólo conseguían minar sus cada vez más escasas fuerzas.
De hecho, uno de los anfibios pronto se desanimó, paró de saltar y se ahogó.
La otra rana no se dejó vencer y siguió salta que te salta pese a los agoreros gritos de sus compañeras:
- " ¡No lograrás salir del pozo! ".
Finalmente, la rana saltó lo suficiente, salió del pozo y salvó así su vida. Pero fue gracias a que era sorda y pensó que las demás, con sus gestos y gritos, la estaban animando a seguir esforzándose para salir del hoyo.

Una palabra de aliento puede sacar adelante a alguien que se encuentre desanimado, y una palabra destructiva puede desmoralizar hasta al más optimista, así que, mucho cuidado con lo que decimos ...
¡¡¡¡ FELIZ SEMANA !!!!

Los dos lobos

Cuenta una leyenda apache, que el hombre más anciano de la tribu estaba junto a sus nietos, a los que solía enseñarles cosas prácticas, como el arte de cazar, o que plantas del bosque eran comestibles y cuáles venenosas.
Pero esa tarde les iba a contar un secreto que quería compartir con ellos:
- " Una gran pelea está ocurriendo en mi interior ". Les confesó.
- " Es una lucha entre dos lobos. Uno de ellos es todo maldad, ira, violencia, mentira, resquemor, ..."
Los pequeños abrieron los ojos como platos ante el retrato de ese ser maléfico, el cual no podían imaginar que habitase dentro de su abuelo.
Sin poder esperar ni un segundo, los niños le preguntaron : " ¿ Y cómo es el otro lobo ? "
A lo que el anciano respondió: 
- " El otro es luz, bondad, paz, amor, generosidad, entrega, compasión, verdad, ... Y, aunque no os deis cuenta, esa pelea ocurre también dentro de vosotros y de todos los seres de la humanidad. "
Tras quedarse durante unos instantes pensativa, una de sus nietas se le acercó y le preguntó: 
- " ¿Y cuál de los dos lobos crees que ganará la pelea ? "
A lo que el abuelo respondió:
- " El que tú alimentes."

Una buena reflexión para empezar la semana...
¡¡¡¡ FELIZ SEMANA !!!!

Salmorejo de papaya

Como vegetariana me gusta experimentar en la cocina para no comer siempre lo mismo. 

Llegó hace poco esta receta a mis manos. Una vez probada, tengo que deciros que me sorprendió muy gratamente. La verdad es que, la papaya para mí es un poco insípida, pero con esta receta me ha conquistado.

Espero que os guste.

Ingredientes:

1 papaya mediana

100 gramos de almendras

20 gramos de aceite de oliva virgen

2 dientes de ajo

250 cc de agua 

4 cucharadas de vinagre de manzana

sal

Elaboración:

Ponemos en remojo las almendras unas horas antes de procesar el salmorejo.

Pelamos la papaya y la vaciamos de sus semillas, la troceamos. Pelamos los ajos. Juntamos todos los ingredientes y trituramos hasta que la mezcla sea muy fina.

Servir muy frío.

Como guarnición podemos emplear sésamo negro y rodajas de pepino, pero se puede poner, para los no vegetarianos huevo cocido, picado muy finito, y jamón serrano.

La piel del cocodrilo

Una antigua leyenda de Namibia cuenta que, hace muchos años, el cocodrilo tenía la piel lisa y dorada como si fuese de oro. Solía pasar todo el día bajo el agua y solo durante la noche salía a la orilla. En ese momento, cuando la luz de la luna se reflejaba en su brillante piel, todos los animales de la sabana que iban hasta allí a beber se quedaban como hipnotizados mirando la belleza del reptil.
Pavoneándose de orgullo, el cocodrilo empezó a salir cada vez más a menudo durante el día y, aunque iba completamente cubierto de lodo, el sol empezó a castigarle la piel. Poco a poco, su cuerpo quedó cubierto por la coraza de duras escamas pardas, características de estos reptiles. Tras esta transformación, los otros animales dejaron de ir a beber durante las horas del día, y ya no prestaron atención al cocodrilo.
El feroz animal, antes orgulloso de su piel, jamás pudo sobreponerse de semejante humillación y, consumido por la vergüenza, desde entonces,siempre que se le acerca alguien, se sumerge rápidamente en el agua dejando tan solo sus orificios nasales y sus ojos visibles en la superficie. Y es que no hay que ser tan arrogante por algo tan fugaz como la belleza.

¡¡¡¡ FELIZ AÑO NUEVO !!!
¡¡¡ FELIZ SEMANA !!!!