lunes, 8 de julio de 2013

Carta de un hijo a sus padres

No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos, amigos o allegados. Si me haces lucir más que los demás, seguro que alguien sufrirá.
No me des todo lo que pida, a veces solo pido para ver cuánto puedo tomar.
No me grites, no te respeto más porque lo hagas, así solo me enseñas a gritar a mi, y no no quiero hacerlo.
No me des siempre órdenes, si me pidieras las cosas en vez de ordenármelas lo haría más deprisa y con más gusto.
Cumple las promesas, buenas o malas, si me prometes un premio dámelo, pero si me castigas cúmplelo.
No cambies tan a menudo de opinión sobre lo que debo o no hacer, decídete y mantén tu decisión.
Déjame valerme por mí mismo, si siempre lo haces todo por mi, nunca aprenderé.
No digas mentiras delante de mi, ni me hagas mentir por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me harás sentir mal y perderé la fe en lo que me digas.
Cuando haga algo malo no me exijas que te diga por qué lo hice, hay veces que ni yo mismo lo sé.
Cuando te equivoques admítelo. Crecerá la opinión que tengo sobre ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.
No me digas que haga una cosa que tú no haces, yo aprenderé y haré siempre lo que tu hagas aunque no lo digas, pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.
Cuando te cuente un problema mío no me digas que son boberías o que no tiene importancia, trata de comprenderme y ayudarme.
Y quiéreme, pero sobre todo dímelo, a mí me gusta oírtelo decir aunque tu creas que no es necesario decírmelo.

Siempre oímos y decimos que no es fácil ser padre o madre, pero se nos olvida que también es difícil ser hijo.

¡¡¡¡ FELIZ SEMANA !!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario