lunes, 31 de marzo de 2014

El mal carácter

Un padre tenía un hijo con muy mal carácter. Tan grave era la situación que ideó un plan para ayudar a su hijo.
Un día, le regaló una bolsa llena de clavos, y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia clavara uno de esos clavos en la puerta de su habitación.
El primer día, el muchacho clavó más de 30 clavos, pero a medida que pasaban las semanas consiguió ir controlando su genio y, como resultado cada vez tuvo que gastar menos clavos.
Cuando el joven consiguió tener el control absoluto sobre sus brotes de mal genio, su padre puso en marcha la segunda parte del plan: le pidió que cada día que lograra contener su ira retirase uno de los clavos de la puerta.
Los días iban pasando con tan buena fortuna que el muchacho pronto pudo decirle a su padre que ya no quedaba ni un solo clavo en la puerta. 
Entonces, el padre le dijo:
-" Hijo mío, te felicito por el esfuerzo que has hecho, pero mira todos los agujeros que han quedado en la puerta. Piensa, que cada vez que pierdes la paciencia o das muestras de tu mal carácter, dejas en los demás cicatrices tan difíciles de curar como los agujeros que ves aquí ".

Que la paciencia os invada y el amor os inunde.
¡¡¡¡ FELIZ SEMANA !!!!

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