lunes, 26 de noviembre de 2012

La caja llena de besos

Hace ya un tiempo, un hombre castigó a su pequeña niña, de tres años, por desperdiciar un rollo de papel de envolver regalos color dorado.
El dinero era escaso en aquellos días, por lo que explotó en furia cuando vio a la niña tratando de envolver una caja para ponerla debajo del árbol de Navidad. Sin embargo, la niña le llevó el regalo a su padre la mañana siguiente, y dijo:
-Esto es para ti, papi.
Él se sintió avergonzado de la reacción de furia del día anterior, pero volvió a explotar cuando abrió la caja y vio que la caja estaba vacía. La volvió a gritar, diciendo:
-¡¡¡¿No sabes que cuando das un regalo a alguien se supone que debe haber algo dentro?!!!
La pequeña le miró, con lágrimas en los ojos, y dijo:
-¡Oh, papi! No está vacía; yo soplé muchos besos dentro de la caja, todos para ti, para que cuando tengas un mal día o vengas tarde de trabajar, la abras y cojas uno de mis besos y te sientas mejor.
El padre se sintió morir; puso sus brazos alrededor de su niña y la suplicó que lo perdonara.
Se dice que el hombre guardó esa caja por años debajo de su cama, y que siempre que se sentía derrumbado, tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su niña había puesto ahí.

Dedicado a mis alumnos, que en estos días estoy recogiendo en una caja sus besos ....por si acaso....

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