Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de China, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella...
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira, y de pronto lo reconoce. Se da cuenta que es Dewei el ciego del pueblo.
Entonces, le dice:
- ¿Que haces Dewei, ciego de nacimiento, con una lámpara en la mano? Si tu no ves...
A lo que el ciego le responde:
- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi ....
He querido empezar el año así, llevando una luz para quien lo necesite.....si me acompañas con tu luz, podremos iluminar más....¿te imaginas lo que podríamos lograr?
Te espero....Feliz semana!!!
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