Esta es la historia de un carpintero que había sido contratado para reparar una vieja granja.
El primer día de trabajo fue muy duro, la cortadora eléctrica se estropeó y le retrasó mas de una hora, y al finalizar el día la vieja furgoneta se negaba a arrancar.
Cuando por fin llegó a su casa, mientras se dirigía a la puerta se paró frente a un árbol y acarició las puntas de las ramas con ambas manos.
Cuando la puerta se abrió cambió su cara de cansancio y se dibujó una gran sonrisa en su rostro.
Le dio un fuerte beso a sus hijos y un efusivo abrazo a su mujer.
Siempre hacía el mismo ritual.
Un día un vecino que le vio tocar el árbol después de unos días le preguntó el significado, a lo que él respondió:
-Ése es mi árbol de los problemas, Se que no puedo evitar tener problemas a lo largo del día, pero una cosa te puedo decir, no pertenecen ni a la casa ni a mi familia, así que cada noche al llegar a casa los cuelgo en las ramas del árbol para no llevarlos al interior de mi hogar, y a la mañana cuando me marcho al trabajo los recojo. Lo gracioso es que cuando voy a recogerlos ya no están o son mas pequeños que cuando los dejé la noche anterior.
Todos deberíamos tener un árbol así para no llevar los problemas a casa, ¿verdad? Hoy planto el mío.
Feliz semana!!!!
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