Cuántos reportajes
en televisión y en prensa escrita hay sobre las bajas laborales, que ascienden
cada vez más, por dolores musculares, de columna, estrés, depresión,
etc..
Antes de
dedicarme a la enseñanza del Tai Chi trabajaba como administrativa, sé lo que es
estar 8 horas sentada mirando la pantalla del ordenador, las malas posturas que
adoptaba al coger el teléfono, las malas digestiones por comer fuera de casa,
los típicos dolores cabeza, el estrés, etc....
Cuando se practica el Tai Chi, se convierte en una filosofía de vida.
Nos enseña cómo respirar, movernos y ponernos en armonía con la naturaleza,
cada cosa en su sitio y a su tiempo.
Por eso creo
que es muy importante tomar medidas antes de que todo esto nos pase una gran
factura, pero la gran suerte es que cuando ya nos la ha pasado, también podemos
poner remedio.
Por casualidad la empresa para la que trabajo dando clases de Tai Chi y técnicas de relajación me ofreció, hace unos tres años, hacer un curso de Mindfulness. Fue todo un descubrimiento, y los beneficios que trajo a mi vida y a la de los míos, como el quitarme el miedo a conducir (amaxofobia), controlar la temperatura corporal de mi marido, y la ayuda que supuso a mis hijos, con la práctica de algunos ejercicios de esta disciplina, en sus estudios y nivel académico, me hizo profundizar más, y me certifiqué en Mindfulness para poder enseñarlo y de paso en Coaching.
Al final, todo está relacionado: Ejercicio, buena Alimentación y una Mente Equilibrada, son necesarios para afrontar el día a día. Nos harán rendir más en cualquier plano de nuestra vida, nos darán salud y bienestar.
Mi blog va a tratar de ésto, y ofrezco estos servicios tanto a empresas como a particulares.