Cuentan, que en el lugar más hermoso del universo, vivía un niño llamado Sueño, el cual anhelaba crecer y conocer otros mundos.
Sueño se divertía jugando y jugando todo el día por aquí y por allá, en las nubes....
Una vez, Sueño se dio cuenta que él no crecía como lo hacían sus amigos; además, empezó a sentirse muy débil, y poco a poco perdió las ganas de jugar.
Un día, Dios, que desde el cielo veía a su hijo Sueño tan débil, envió un mensajero celestial en su ayuda.
El mensajero llevaba un maletín muy especial que contenía alimentos divinos para fortalecer y hacer crecer a Sueño.
Desde el primer bocado que Sueño tomó aquellos alimentos divinos, y durante todos los días que el mensajero se pasó cuidando y alimentando a Sueño, éste empezó a mejorar.
Estas divinas comidas constaban de: caldo de constancia con fuerza, platos nutritivos de voluntad y trabajo, postres hechos a base de paciencia, zumos a base de decisión y, lo más importante mucha dosis de confianza y amor.
Sueño creció y creció, y llegó a dejar de ser Sueño para convertirse en Meta. Y claro que siguió jugando, pero ya no por las nubes, sino en la tierra. Y conoció otros mundos como la felicidad y la satisfacción.
Y al poco tiempo, Nube, o sea Meta, se transformó en Realidad.
Tenemos tanta prisa siempre que no prestamos atención, ni a las cosas, ni a las personas que nos rodean, perdiendo momentos, detalles u oportunidades fabulosos en cada segundo de nuestra vida que no volverán a repetirse. Es hora de cambiar. Yo tengo las herramientas y quiero ayudarte.
viernes, 31 de agosto de 2012
miércoles, 29 de agosto de 2012
Responder ante el abuso
Un hombre agasajó a un vecino, que le había ayudado, invitándolo a comer un magnífico guiso de gallina.
Días después, se presentaron algunos familiares del vecino para probar el excelente guiso de gallina.
El dueño, agradecido, invitó a todos a comer.
Pasados otros días, se presentaron unos familiares de los familiares del vecino para degustar el famoso guiso de gallina. El dueño también los atendió siguiendo las leyes de la hospitalidad.
Una semana después, aparecieron unos amigos de los familiares de los familiares del vecino que había hecho el favor al dueño de la casa. Venían a comer el buen guiso de gallina.
Esta vez, el dueño sirvió a sus huéspedes un caldo aguado y soso.
-¿Esto qué es?- preguntaron los recién llegados.
-Nos habían hablado de un guiso de gallina excelente.
A lo que el dueño de la casa les respondió: -Pues esta es la sopa de la sopa del caldo de la gallina guisada.
Días después, se presentaron algunos familiares del vecino para probar el excelente guiso de gallina.
El dueño, agradecido, invitó a todos a comer.
Pasados otros días, se presentaron unos familiares de los familiares del vecino para degustar el famoso guiso de gallina. El dueño también los atendió siguiendo las leyes de la hospitalidad.
Una semana después, aparecieron unos amigos de los familiares de los familiares del vecino que había hecho el favor al dueño de la casa. Venían a comer el buen guiso de gallina.
Esta vez, el dueño sirvió a sus huéspedes un caldo aguado y soso.
-¿Esto qué es?- preguntaron los recién llegados.
-Nos habían hablado de un guiso de gallina excelente.
A lo que el dueño de la casa les respondió: -Pues esta es la sopa de la sopa del caldo de la gallina guisada.
domingo, 26 de agosto de 2012
Reconocer
Un señor, que tenía un gran problema de miopía, se consideraba un experto en crítica de arte.
Un día visitó un museo con su mujer y algunos amigos. Se le habían olvidado las gafas y no podía ver las obras con claridad; pero eso no le frenó a manifestar sus fuertes opiniones.
Según entraron en la galería empezó a criticar los diferentes cuadros. Al detenerse ante lo que pensaba que era un retrato de cuerpo entero, comenzó a criticarlo.
Con aire de superioridad dijo:
-El marco es completamente inapropiado para el cuadro. El hombre está vestido de una forma muy ordinaria y andrajosa. El autor ha cometido un completo error al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto al arte y al buen gusto.
El hombre siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar a él entre la multitud. Discretamente lo apartó de la gente y le dijo:
-Querido, estás mirando un espejo.
Un día visitó un museo con su mujer y algunos amigos. Se le habían olvidado las gafas y no podía ver las obras con claridad; pero eso no le frenó a manifestar sus fuertes opiniones.
Según entraron en la galería empezó a criticar los diferentes cuadros. Al detenerse ante lo que pensaba que era un retrato de cuerpo entero, comenzó a criticarlo.
Con aire de superioridad dijo:
-El marco es completamente inapropiado para el cuadro. El hombre está vestido de una forma muy ordinaria y andrajosa. El autor ha cometido un completo error al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto al arte y al buen gusto.
El hombre siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar a él entre la multitud. Discretamente lo apartó de la gente y le dijo:
-Querido, estás mirando un espejo.
viernes, 24 de agosto de 2012
El peso de las creencias
Dos monjes jóvenes fueron enviados a visitar un monasterio cercano. Ambos vivían en su propio monasterio desde niños y nunca habían salido de él. Su mentor espiritual no cesaba de hacerles advertencias sobre los peligros del mundo exterior y lo cautos que debían ser durante el camino.Especialmente incidía en lo peligrosas que eran las mujeres para unos monjes sin experiencia:
-Si veis una mujer, apartaos rápidamente de ella. Todas son una tentación muy grande. No debéis acercaros a ellas, ni mucho menos hablar, por descontado, por nada del mundo se os ocurra tocarlas.
Ambos jóvenes aseguraron obedecer las advertencias recibidas, y con la excitación que supone una experiencia nueva se pusieron en marcha. Pero a las pocas horas, ya a punto de vadear un río, escucharon una voz de mujer que se quejaba lastimosamente detrás de unos arbustos. Uno de ellos hizo ademán de acercarse.
-Ni se te ocurra- le atajó el otro-. ¿No te acuerdas de lo que nos dijo nuestro mentor?
-Si, me acuerdo; pero voy a ver si esa persona necesita ayuda- contestó su compañero.
Dicho esto, se dirigió hacia donde provenían los quejidos y vio a una mujer herida y desnuda.
-Por favor, socorredme, unos bandidos me han asaltado, robándome incluso la ropa. Yo sola no tengo fuerzas para cruzar el río y llegar hasta donde vive mi familia.
El muchacho, cogió a la mujer herida en brazos y, cruzando la corriente, la llevó hasta su casa situada cerca de la orilla. Allí, los familiares atendieron a la asaltada y mostraron el mayor agradecimiento al monje, que poco después reemprendió el camino de regreso junto a su compañero.
-¡Dios mío! No sólo has visto a esa mujer desnuda, sino que además la has tomado en brazos.
Así era recriminado una y otra vez por su acompañante.
Pasaron las horas, y el otro no dejaba de recordarle lo sucedido.
-¡Has cogido a una mujer en brazos! ¡Has cogido a una mujer desnuda en brazos! ¡Vas a cargar con un gran pecado!
El joven monje se paró delante de su compañero y le dijo:
-Yo solté a la mujer al cruzar el río, pero tú todavía la llevas encima.
-Si veis una mujer, apartaos rápidamente de ella. Todas son una tentación muy grande. No debéis acercaros a ellas, ni mucho menos hablar, por descontado, por nada del mundo se os ocurra tocarlas.
Ambos jóvenes aseguraron obedecer las advertencias recibidas, y con la excitación que supone una experiencia nueva se pusieron en marcha. Pero a las pocas horas, ya a punto de vadear un río, escucharon una voz de mujer que se quejaba lastimosamente detrás de unos arbustos. Uno de ellos hizo ademán de acercarse.
-Ni se te ocurra- le atajó el otro-. ¿No te acuerdas de lo que nos dijo nuestro mentor?
-Si, me acuerdo; pero voy a ver si esa persona necesita ayuda- contestó su compañero.
Dicho esto, se dirigió hacia donde provenían los quejidos y vio a una mujer herida y desnuda.
-Por favor, socorredme, unos bandidos me han asaltado, robándome incluso la ropa. Yo sola no tengo fuerzas para cruzar el río y llegar hasta donde vive mi familia.
El muchacho, cogió a la mujer herida en brazos y, cruzando la corriente, la llevó hasta su casa situada cerca de la orilla. Allí, los familiares atendieron a la asaltada y mostraron el mayor agradecimiento al monje, que poco después reemprendió el camino de regreso junto a su compañero.
-¡Dios mío! No sólo has visto a esa mujer desnuda, sino que además la has tomado en brazos.
Así era recriminado una y otra vez por su acompañante.
Pasaron las horas, y el otro no dejaba de recordarle lo sucedido.
-¡Has cogido a una mujer en brazos! ¡Has cogido a una mujer desnuda en brazos! ¡Vas a cargar con un gran pecado!
El joven monje se paró delante de su compañero y le dijo:
-Yo solté a la mujer al cruzar el río, pero tú todavía la llevas encima.
martes, 21 de agosto de 2012
Cuatro velas
Cuatro velas se estaban consumiendo tranquilamente.
El ambiente de la sala era tan silencioso que se podía escuchar el diálogo entre ellas.
La primera dice:
-¡Me llamo Paz! A pesar de mi luz, las personas no consiguen mantenerme encendida - poco a poco disminuyó su llama y se apagó.
La segunda dice:
-¡Yo me llamo Fe! Infelizmente soy superflua para las personas, porque no se interesan en saber de Dios; por eso creo que no tiene sentido continuar encendida - al terminar sus palabras, un ligero soplo de viento la apagó.
En voz baja y triste, la tercera vela decía:
-¡Yo me llamo Amor! No tengo mas fuerzas de seguir encendida. Las personas me dejan de lado porque solo se interesan por ellas mismas; se olvidan de aquellos que están a su alrededor - y también se apagó.
De repente una niña entró en la sala y vio las tres velas apagadas.
- No podéis estar apagadas, debéis estar encendidas y consumiros hasta el final.
Entonces, la cuarta vela habló:
- No tengas miedo niña, siempre que yo esté encendida podremos encender las otras velas.
Entonces la niña tomó la cuarta vela, de nombre Esperanza, y encendió nuevamente las velas apagadas.
El ambiente de la sala era tan silencioso que se podía escuchar el diálogo entre ellas.
La primera dice:
-¡Me llamo Paz! A pesar de mi luz, las personas no consiguen mantenerme encendida - poco a poco disminuyó su llama y se apagó.
La segunda dice:
-¡Yo me llamo Fe! Infelizmente soy superflua para las personas, porque no se interesan en saber de Dios; por eso creo que no tiene sentido continuar encendida - al terminar sus palabras, un ligero soplo de viento la apagó.
En voz baja y triste, la tercera vela decía:
-¡Yo me llamo Amor! No tengo mas fuerzas de seguir encendida. Las personas me dejan de lado porque solo se interesan por ellas mismas; se olvidan de aquellos que están a su alrededor - y también se apagó.
De repente una niña entró en la sala y vio las tres velas apagadas.
- No podéis estar apagadas, debéis estar encendidas y consumiros hasta el final.
Entonces, la cuarta vela habló:
- No tengas miedo niña, siempre que yo esté encendida podremos encender las otras velas.
Entonces la niña tomó la cuarta vela, de nombre Esperanza, y encendió nuevamente las velas apagadas.
domingo, 19 de agosto de 2012
Los tres leones
En la selva vivían tres leones jóvenes. Un día el mono, que era el representante electo por los animales, convocó una asamblea para pedir una toma de decisión.
-Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero existe una gran duda en la selva. Hay tres leones y los tres son muy fuertes. ¿A cuál de ellos deberemos rendir obediencia?¿Cuál de ellos será nuestro rey?
Los leones supieron de la reunión y comentaron entre sí:
-Es verdad, la preocupación de los animales tiene sentido. Una selva no puede tener tres reyes. Luchar entre nosotros no es una opción, pues somos muy amigos...Necesitamos saber cuál será el elegido.
Después de una larga deliberación, los animales de la selva encontraron una solución y fueron a comunicárselo a los tres leones:
-Hemos encontrado una solución. Queremos que escaléis la montaña Difícil, el primero que llegue a la cima será nuestro rey.
Esa montaña era la mas alta de toda la selva, pero los tres leones aceptaron el reto. Todos los animales se reunieron a los pies de la montaña Difícil para ver la escalada de los leones...
El primer león intentó escalar pero no pudo llegar muy lejos.
El segundo león lo intentó con más ganas aún, pero tampoco lo logró.
El tercer león lo intentó también con muchas ganas, pero nada, no lo consiguió.
Los animales de la selva estaban preocupados, ningún león había conseguido el reto, ¿qué harían ahora? En ese momento llegó una águila anciana y sabia que sugirió:
-¡Yo sé quién debe ser el rey!
Todos los animales le miraban expectantes....
-¿Cómo? Preguntaron todos.
-Yo volaba cerca de ellos cuando intentaron escalar, y pude escuchar lo que cada uno de ellos dijo a la montaña cuando no lo logró. El primer león dijo: ¡Montaña, me has vencido!. El segundo dijo: ¡Montaña, me has vencido!. Y el tercero dijo: ¡Montaña, me has vencido por ahora, pero tu has llegado a tu tamaño final y yo aún estoy creciendo! La diferencia de actitudes -continuó el águila- es que el tercer león sintió la derrota en ese momento, pero no desistió. Quien piensa que su persona es más grande que su problema es rey de sí mismo, y por lo tanto está preparado para ser el rey de los demás.
El resto de los animales estaban entusiasmados y coronaron al tercer león como su rey.
-Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero existe una gran duda en la selva. Hay tres leones y los tres son muy fuertes. ¿A cuál de ellos deberemos rendir obediencia?¿Cuál de ellos será nuestro rey?
Los leones supieron de la reunión y comentaron entre sí:
-Es verdad, la preocupación de los animales tiene sentido. Una selva no puede tener tres reyes. Luchar entre nosotros no es una opción, pues somos muy amigos...Necesitamos saber cuál será el elegido.
Después de una larga deliberación, los animales de la selva encontraron una solución y fueron a comunicárselo a los tres leones:
-Hemos encontrado una solución. Queremos que escaléis la montaña Difícil, el primero que llegue a la cima será nuestro rey.
Esa montaña era la mas alta de toda la selva, pero los tres leones aceptaron el reto. Todos los animales se reunieron a los pies de la montaña Difícil para ver la escalada de los leones...
El primer león intentó escalar pero no pudo llegar muy lejos.
El segundo león lo intentó con más ganas aún, pero tampoco lo logró.
El tercer león lo intentó también con muchas ganas, pero nada, no lo consiguió.
Los animales de la selva estaban preocupados, ningún león había conseguido el reto, ¿qué harían ahora? En ese momento llegó una águila anciana y sabia que sugirió:
-¡Yo sé quién debe ser el rey!
Todos los animales le miraban expectantes....
-¿Cómo? Preguntaron todos.
-Yo volaba cerca de ellos cuando intentaron escalar, y pude escuchar lo que cada uno de ellos dijo a la montaña cuando no lo logró. El primer león dijo: ¡Montaña, me has vencido!. El segundo dijo: ¡Montaña, me has vencido!. Y el tercero dijo: ¡Montaña, me has vencido por ahora, pero tu has llegado a tu tamaño final y yo aún estoy creciendo! La diferencia de actitudes -continuó el águila- es que el tercer león sintió la derrota en ese momento, pero no desistió. Quien piensa que su persona es más grande que su problema es rey de sí mismo, y por lo tanto está preparado para ser el rey de los demás.
El resto de los animales estaban entusiasmados y coronaron al tercer león como su rey.
El Masaje
Hay dos tipos de masajes en función del beneficio
perseguido:
- El masaje sensitivo, cuyo objetivo es proporcionar bienestar y distensión, y es un medio de relajación en el que se estimulan los sentidos con el tacto sobre la piel, con una música relajante el oído y con aromaterapia el olfato.
- El masaje terapéutico, que consiste en movimientos como: fricciones, amasamientos, roces, vibraciones y otras técnicas que combinadas ayudan a mejorar o eliminar las lesiones en grupos musculares, articulaciones o sistema circulatorio.
También se utilizan en estética o simplemente para
relajar.
El Tai Chi
El
Tai Chi es un arte marcial desarrollado por los monjes taoístas en
el que se persiguen
tres objetivos: la defensa, la preservación de la salud y la
elevación espiritual, basada en el desarrollo de la energía
interior (Qi o Chi), cuya práctica es beneficiosa para cualquier
edad y condición física. Hoy en día es considerado una disciplina para el
desarrollo de la integración cuerpo/mente y el equilibrio personal,
aunque sin abandonar su naturaleza de arte marcial.
Una sesión de Tai Chi consta de varias partes:
.
Ejercicios
de calentamiento.
Indispensables
antes de cualquier actividad, y consisten en aperturas de
articulaciones y estiramientos de músculos y tendones, que de forma
gradual nos dotan de flexibilidad.
.
Ejercicios
de Chi Kung:
Es
una relajación dinámica que activa la mente, centra la atención y
desarrolla la coordinación, memoria y equilibrio, todo ello
equilibrando el Qi del organismo.
.
La
práctica de la tabla o secuencia de Tai Chi:
Que
son la sucesión encadenada y continua de movimientos sencillos,
equilibrados e integrales del cuerpo, dirigidos por la mente
atenta, y coordinados por la respiración nasal usando el diafragma y
el abdomen.
Aprender a relajarse
El
control mental es el poder de apartar de uno mismo imágenes y
pensamientos no convenientes y conservar los que si lo son. Los
estados emotivos influyen en la salud, por ello se aprenderá a
llevar una actitud serena y optimista ante la vida que contribuya a
su conservación.
¿El estrés está afectando a tu vida personal y laboral? ¿Sufres falta de concentración?
¿Te afectan las cosas más de lo que deberían? o ¿No ves salida y te bloqueas cuando tienes que tomar una decisión?
La relajación es una solución para recuperar el bienestar en los momentos difíciles.
Hay distintas técnicas de relajación. Seguro que hay alguna magnífica que puedes aplicar para obtener resultados a corto plazo sin realizar cambios radicales en tu estilo de vida.
Podemos controlar el estrés, aprender a respirar, gestionar nuestro tiempo personal y conseguir un sueño reparador.
Utilizar las plantas
La Fitoterapia es la utilización de plantas medicinales
y sus derivados, para prevenir, atenuar o curar las enfermedades.
La diferencia entre tratar con medicamentos
convencionales (químicos) o tratar con plantas, aunque no están
reñidos entre ellos y en la mayoría de los casos son
complementarios, es que el tratamiento a base de plantas es de más
fácil absorción por ser moléculas orgánicas, que al tener varios
principios activos la misma planta, previene y regula lo que aún no
está dañado, y aunque los resultados son más lentos que los
tratamientos químicos, no tienen los mal deseados efectos secundarios,
aunque hay que conocer las posibles incompatibilidades o la toxicidad
de algunas plantas.
Ya la historia griega y romana nos habla de las plantas
como medio de curación, pero en realidad no hace tanto tiempo que se
han estudiado las propiedades de las plantas científicamente y su
uso responsable y concienzudo.
También utilizaremos las plantas para elaborar nuestros cosméticos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)